La protección divina y eterna que nos dan los ángeles

El Angel de la GuardaAngel de la Guarda

Escrito por Pilar Guiroy

A lo largo de la Biblia encontramos que cada alma tiene su propio ángel tutelar. Así, Abraham al enviar a su administrador a buscar una esposa para Isaac, le dice: “él enviará su ángel delante de ti” (Génesis 24:7). Las palabras del Salmo 19, que el demonio citó frente a Nuestro Señor (Mateo 4:6) son bien conocidas, y Judith, por su parte, relató su heroica hazaña diciendo: “Como el Señor vive, Su ángel ha sido mi guardián” (xiii, 20).

Estos pasajes y otros como estos (Génesis 16:6-32; Oseas 12:4; 1 Reyes 19:5; Hechos 12:7; Salmos 33:8), aunque no demuestran explícitamente la doctrina que afirma que cada persona tiene su angel guardian, reciben su complemento en las palabras de nuestro Salvador: “Guardaos de menospreciar a uno de estos pequeños, porque yo os digo que  sus ángeles ven continuamente el rostro de mi Padre que está en los cielos” (Mateo, 18:10).

Estas palabras ilustran lo remarcado por San Agustín: “Lo que reside escondido en el Antiguo Testamento, se manifiesta en el Nuevo”. Efectivamente, el libro de Tobías recalca esta doctrina más que ningún otro, y San Jerónimo comenta las palabras de Nuestro Señor citadas anteriormente al decir que “la dignidad de cada alma es tan grande, que cada una recibe un angel guardian desde su nacimiento”.

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