| Sobre las referencias de los ángeles en las Escrituras El término ángel según Septuaginta Escrito por Pilar Guiroy Hemos  mencionado a la Septuaginta en varias ocasiones anteriormente, por lo tanto es  necesario indicar algunos de sus pasajes que son la única fuente de información  existente sobre los angeles. El pasaje más conocido es el de Isaías 9:6, donde  la Septuaginta nombra al Mesías como “el ángel del gran Consejo”. También llama  la atención  un pasaje del libro de Job  (20:15), donde aparece el término “Ángel” en lugar de “Dios”, y en Job 26:14,  donde parece cuestionarse la existencia de los angeles malvados. En 9:7, la  Septuaginta (B) agrega: “Es la voz Hebrea (v. 19) de ‘Behemoth’: “Él es el  principio de los caminos de Dios, Aquel que lo creó, creará su espada para  acercarse a él”. La Septuaginta, en cambio, traduce lo siguiente: “Él es el  principio de la creación de Dios, hecha para sus ángeles para burlarse”. Lo  mismo se remarca en Leviathan xli, 24.  Ya  hemos visto que la Septuaginta por lo general traduce el término “hijos de  Dios” por “ángeles”, pero, en Deut. 32:43, presenta una adición en la que ambos  términos aparecen: “Regocíjense en Él todos los cielos, y adórenlo todos los ángeles de Dios; regocíjense todas las naciones con Su pueblo, y magnifíquenlo  todos los hijos de Dios”. Pero la Septuaginta no sólo nos aporta estas  referencias a los ángeles, también nos permite corregir pasajes difíciles  concernientes a ellos en la Vulgata y el texto Masorético. Así, por ejemplo, la  palabra Elim de MT en Job 16:17, que  la Vulgata traduce como “ángeles”, se convierte en “bestias salvajes” según la  versión de la Septuaginta. |