Datos curiosos sobre la Historia de World of Warcraft

Kil'jaedenKil'jaeden y el Pacto de Sombra

Escrito por Pilar Guiroy

Cerca del nacimiento de Medivh en Azeroth, Kil’jaeden el Engañador se sentó a meditar junto a sus seguidores en Twisting Nether. El astuto lord, siguiendo órdenes de su amo Sargeras, estaba planeando la segunda invasión de la Legión Ardiente en Azeroth. Esta vez no permitiría ningún error. Kil’jaeden pensó que necesitaría una nueva fuerza para debilitar a las fuerzas de las defensas de Azeroth antes de que la Legión pusiera un pie en el mundo. Si las razas mortales, como los elfos nocturnos y los dragones, se encontraban forzados a enfrentarse con una nueva amenaza, estarían demasiado débiles para oponer resistencia cuando la legión los invadiera.

Fue en ese momento cuando Kil’jaeden descubrió al exuberante mundo de Draenor flotando apaciblemente dentro de la Gran Oscuridad. Hogar de los orcos-chamanes y de los pacíficos Draenei, Draenor era un lugar tan idílico como vasto. Los clanes orcos vagaban por las praderas abiertas y jugaban deportes, mientras que los inquisitivos draenei construían ciudades dentro de los altísimos picos y acantilados de allí. Kil’jaeden sabía que los habitantes de Draenor poseían un gran potencial para servir a la Legión Ardiente si recibían la instrucción apropiada.

De las dos razas, Kil’jaeden observó que los guerreros orcos eran más susceptibles de ser corrompidos por la Legión. Entonces llamó la atención del chamán orco más anciano, Ner’zhul, de la misma manera que Sargeras lo había hecho con la Reina Azshara en tiempos pasados. Usando al astuto chamán como conducto, el demonio esparció el ansia de guerra y el salvajismo a través de los orcos. Al poco tiempo la raza se convirtió en un pueblo sediento de sangre. Kil’jaeden luego  motivó a Ner’zhul y su gente para cumplir con el último paso: sacrificarse a sí mismos por entero a la persecución de la muerte y la guerra. Sin embargo, el viejo chamán, presintiendo que su pueblo resultaría esclavo del odio para siempre, logró resistirse a las órdenes del demonio.

Frustrado por la resistencia de Ner’zhul, Kil’jaeden buscó otro orco que entregara a su gente a las garras de la Legión. El astuto lord finalmente encontró al discípulo obediente que buscaba en el aprendiz de Ner’zhul, Gul’dan. Kil’jaeden prometió a Gul’dan poder infinito a cambio de su completa obediencia. El joven orco se transformó en un estudiante ávido de poderes demoníacos y se convirtió en el hechicero mortal más poderoso de la historia. Enseñó a otros jóvenes orcos las artes antiguas, y luchó por erradicar las tradiciones chamanísticas de los orcos. Gul’dan introdujo a su raza en una nueva rama de la magia, un terrible poder que llevaría a la perdición.

Kil’jaeden, buscando consolidar su control sobre los orcos, ayudó a Gul’dan a encontrar al Consejo de la Sombra, una secta secreta que manipulaba a los clanes y propagaba el uso de la magia a través de Draenor. A medida que más y más orcos comenzaban a manejar la hechicería, los suaves campos y ríos de Draenor comenzaron a desaparecer. Con el tiempo, las vastas praderas que los orcos habían llamado hogar durante generaciones se marchitaron, dejando en su lugar un baldío de tierra colorada. Las energías demoníacas estaban acabando con el mundo lentamente.

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