Datos curiosos sobre la Historia de World of Warcraft

Personaje WarcraftLa guerra de los Antiguos parte 2

Escrito por Pilar Guiroy

Quedó en manos de Malfurion Stormrage la tarea de buscar ayuda para su hostigado pueblo. Stormrage, cuyo hermano, Illidan, practicaba la magia de los nobles, estaba indignado por la creciente corrupción de la clase alta. Luego de convencer a Illidan para que olvidara su peligrosa obsesión, Malfurion se dedicó a encontrar a Cenarius para reunir un ejército de resistencia. La hermosa y joven sacerdotisa, Tyrande, acordó acompañar a los hermanos en el nombre de Elune. Aunque Malfurion e Illidan compartían el amor por la sacerdotisa, el corazón de Tyrande pertenecía únicamente a Malfurion. Illidan envidiaba al naciente amor de su hermano con Tyrande, pero sabía que su despecho no era nada comparado con el dolor por su adicción a la magia.
Illidan, quien había crecido dependiente de las energías fortalecedoras de la magia, luchaba para combatir su avidez por desatar las energías del Pozo una vez más. Sin embargo, con el paciente apoyo de Tyrande, puedo controlarse y ayudar a su hermano a encontrar al semidios Cenarius. Éste, que deambulaba por el sagrado bosque Moonglades del distante Monte Hyjal, accedió a ayudar a los elfos mediante la búsqueda de los dragones ancestrales para que se unieran a su lucha. Los dragones, liderados por el gran leviatán rojo, Alexstrasza, aceptaron enviar sus poderosas fuerzas contra los demonios y sus infernales jefes.

Cenarius, invocando a los espíritus de los bosques encantados, reunió un ejército de hombres-árboles y los dirigió contra la Legión en una batalla terrestre. Mientras los aliados de los elfos nocturnos se concentraban en el templo de Azshara y en el Pozo de la Eternidad, la guerra explotó. A pesar de la fuerza de los nuevos aliados, Malfurion y sus colegas se dieron cuenta de que la Legión no podía ser derrotada sólo por fuerza marcial.

Mientras una titánica batalla asediaba la ciudad capital de Azshara, la enloquecida reina esperaba la llegada de Sargeras con anticipación. El lord de la Legión se estaba preparando para atravesar el Pozo de la Eternidad y entrar al desolado mundo. A medida que su enorme sombra se acercaba cada vez más a la superficie del Pozo, Azshara reunió a los más poderosos de sus seguidores Nobles. Sólo uniendo sus poderes en un único hechizo podrían ser capaces de crear una puerta de entrada suficientemente grande como para que Sargeras pudiera entrar.
Mientras la batalla continuaba en los ardientes campos de Kalimdor, apareció un terrible cambio de eventos. Los detalles del evento se perdieron con el tiempo, pero se sabe que Neltharion, el dragón de la Tierra, enloqueció durante una crítica batalla contra la Legión Ardiente. Entonces comenzó a transformarse en fuego, y la furia emergió de su lado oscuro. Se renombró a sí mismo como Deathwing (Ala de la muerte), el dragón ardiente, y atacó a los de su raza logrando echarlos del campo de batalla.

La repentina traición de Deathwing fue tan destructiva que los cinco dragones nunca se recuperaron totalmente. Heridos y traumados, Alexstasza y los otros nobles dragones fueron forzados a abandonar a sus aliados mortales. Malfurion y sus compañeros, ahora en completa desventaja numérica, apenas sobrevivieron a la matanza.
Malfurion, convencido de que el Pozo de la Eternidad era el nexo de los demonios con el mundo físico, insistió en su destrucción. Sus compañeros, sabiendo que el Pozo era la fuente de su inmortalidad y poder, estaban horrorizado por esta decisión repentina. Sin embargo, Tyrande vio la sabiduría de la teoría de Malfurion y entonces convenció a Cenarius y a sus camaradas de atacar el templo de Azshara y encontrar una manera de cerrar el Pozo para siempre.

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