Datos curiosos sobre la Historia de World of Warcraft

PortalLa guerra de los Antiguos

Escrito por Pilar Guiroy

El uso irresponsable de la magia por parte de los Nobles envío ondas de energías desde el Pozo de la Eternidad hacia la Gran Oscuridad del Más Allá. La corriente de energía fue sentida por terribles mentes alienígenas. Sargeras-el Gran Enemigo de toda vida, el destructor de mundos-, sintió las potentes ondas y fue hacia su punto de origen. Luego de espiar Azeroth y sentir las ilimitadas energías del Pozo de la Eternidad, Sargeras se consumió en su insaciable avidez de poder. El gran dios oscuro del Vacío Innombrable decidió destruir este mundo y apoderarse de sus energías.

Sargeras reunió a su enorme ejército (la legión ardiente), y se dirigió hacia el desprevenido mundo de Azeroth. La Legión estaba compuesta por un millón de demonios chillones, todos venidos de diferentes puntos del universo, y deseosos de conquistar nuevas tierras. Los tenientes de Sargeras, Archimonde el Profano y Mannoroth el Destructor, prepararon a sus infernales subordinados para el ataque.
La reina Azshara, sobrepasada por el terrible éxtasis de su magia, cayó víctima del innegable poder de Sargeras y accedió a dejarle entrar a su mundo. Incluso sus servidores nobles cayeron frente a la inevitable corrupción de la magia y comenzaron a adorar a Sargeras como su dios. Para demostrar su alianza con la Legión, los Nobles ayudaron a su reina a abrir un enorme portal dentro de las profundidades del Pozo de la Eternidad.

Una vez que se realizaron todas las preparaciones, Sargeras comenzó la invasión de Azeroth. Los demonios guerreros de la Legión Ardiente se introdujeron en el mundo a través del Pozo de la Eternidad y sembraron el terror entre las ciudades de los elfos nocturnos. Guiada por el Archimonde y Mannoroth, la Legión asedió las tierras de Kalimdor, dejando solo cenizas y dolor a su paso. Los hechiceros demoníacos invocaron ardientes infiernos que chocaron como meteoros contra los delicados capiteles de los templos de Kalimdor. Una banda de asesinos sanguinarios conocida como Doomguard (patrulla de la perdición) marchó a través de las tierras de Kalimdor aniquilando a cualquiera que se cruzara en su camino. Grupos de salvajes sabuesos devastaron los campos sin oposición. Aunque lo valientes guerreros Kaldorei defendieron con presteza su antiguo hogar, fueron forzados a ceder terreno pulgada por pulgada ante la furia de la matanza de la Legión.

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