Datos curiosos sobre la Historia de World of Warcraft

DraenorLa invasión de Draenor

Escrito por Pilar Guiroy

Mientras se apagaban los fuegos de la Segunda Guerra, la Alianza tomó agresivos pasos para contener la amenaza orca. Algunos campos de internación, ideados para ser cárceles de orcos, fueron construidas al sur de Lordaeron. Vigilados por soldados paladines y veteranos de la Alianza, los campos fueron un gran éxito. Aunque los orcos cautivos estaban tensos y ansiosos para batallar una vez más, los guardianes de los campos, establecidos en la vieja fortaleza de Durnholde, mantenían la paz y un orden seguro. Sin embargo, en el mundo infernal de Draenor, un nuevo ejército de orcos se preparaba para atacar a la Alianza. Ner’zhul, antiguo mentor de Gul’dan, reunió a los clanes remanentes de los orcos bao su oscuro estandarte. Ayudado por el clan Shadowmoon, el viejo chamán tenía planeado abrir algunos portales en Draenor que llevarían a la Horda a nuevos mundos. Para fortalecer sus nuevos portales, necesitaba varios artefactos encantados de Azeroth. Para conseguirlos, Ner’zhul reabrió el Portal Negro y envió a sus sirvientes a través de él.

La nueva Horda, guiada por tenientes veteranos como Grom Hellscream y Kilrogg Deadeye (del clan Bleeding Hollow), sorprendieron a las defensas de la Alianza y arrasaron los campos. Bajo el comando de Ner’zhul, los orcos consiguieron rápidamente los artefactos que necesitaban y entonces volvieron a la seguridad de Draenor.

El rey Terenas de Lordaeron, convencido de que los orcos estaban preparando una nueva invasión de Azeroth, reunió a sus tenientes más confiables. Ordenó al general Turalyon y al mago Khadgar que guiaran una expedición a través del Portal Negro para terminar con la amenaza de los orcos de una vez por todas. Las fuerzas de Turalyon y Khadgar marcharon hacia Draenor y se enfrentaron varias veces con los clanes de Ner’zhul en la península Hellfire. Incluso con la ayuda del elfo Alleria Windrunner, el duende Kurdran Wildhammer, y el soldado veterano Dantah Trollbane, Khadgar no pudo evitar que Ner’zhul abriera los portales hacia otros mundos.

Ner’zhul finalmente abrió sus portales a otros mundos, pero no pudo prever el terrible precio que iba a pagar por ello. Las tremendas energías de los portales comenzaron a despedazar la estructura de Draenor. Mientras las fuerzas de Turalyon luchaban desesperadamente para volver a Azeroth, Draenor comenzó empezaba a colapsar sobre sí mismo. Grom Hellscream y Kilrogg Deadeye, luego de comprender que los planes lunáticos de Ner’zhul serían la perdición de su raza, reunieron a los orcos restantes y escaparon hacia la relativa seguridad de Azeroth.

En Draenor, Turalyon y Khadgar acordaron hacer el último sacrificio mediante la destrucción del Portal Negro desde su lado. Aunque les costaría la vida, y las vidas de sus compañeros también, ellos sabían que era la única manera de asegurar la supervivencia de Azeroth. Mientras Hellscream y Deadeye cruzaban las líneas del los ejércitos humanos en un intento desesperado de libertad, el Portal Negro explotó detrás de ellos; ya no tendrían regreso nunca más.

Ner’zhul y su leal clan Shadowmoon pasaron por el portal más nuevo de los creados, mientras masivas erupciones volcánicas comenzaban a quebrar al continente de Draenor. Los mares ardientes se levantaron y se lanzaron sobre los vestigios de la tierra; el torturado mundo finalmente era consumido en una masiva explosión apocalíptica.

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