Investigación sobre el impacto cultural de los duendes

Enanos DvergarMás sobre los duendes en la mitología nórdica 2

Escrito por Pilar Guiroy

Mucha información sobre los duendes en la mitología nórdica nos llega gracias a la poesía escáldica, a la Edda Poética y a las legendarias sagas. En estas los duendes son asociados a Æsir, particularmente por la frase común “Æsir y los duendes”, que posiblemente significa “todos los dioses”. Algunos eruditos han comparado a los duendes con Vanir (dioses de la fertilidad). Pero en Alvíssmál (“Los dichos de todos los Sabios”), Los duendes son considerados diferentes tanto de los Vanir como de Æsir. Así nos lo revela una serie de nombres comparativos en los que Æsir, Vanir, y los duendes tienen sus propias versiones de varias palabras en un reflejo de sus preferencias como razas individuales. Es posible que las palabras designen un status diferente entre los grandes dioses de la fertilidad (los Vanir) y los dioses menores (Los duendes).

Grímnismál cuenta que Van Freyr era el señor de Álfheimr, el hogar de los duendes luminosos. Lokasenna relata que un gran grupo de Æsir y duendes llegan a la corte de Ægir para un banquete. Muchas fuerzas menores, los sirvientes de los dioses, son presentados como Byggvir y Beyla, que pertenecían a Freyr, el rey de los duendes, y ellos mismos eran duendes probablemente, ya que no eran contados entre los dioses. Otros dos sirvientes mencionados eran Fimafeng (asesinado por Loki) y Eldir.
Algunos creen que los Vanir y los duendes pertenecen a una antigua religión de la era de Bronce Nórdica de Escandinavia, y que fueron reubicados por Æsir como dioses principales. Otros, como George Dumézil, argumentan que los Vanir eran los dioses del común de los pueblos nórdicos, y que los Æsir pertenecían a las castas sacerdotales y guerreras.

Un poema de alrededor del 1020, el Austrfaravísur (‘versos del viaje oriental’) de Sigvatr Þorðarson menciona que, como cristiano, él se oponía a vivir en una familia pagana en Suecia porque un álfablót (“sacrificio para los duendes”) era llevado a cabo allí. Sin embargo, no se cuenta con más información confiable sobre lo que implicaba un álfablót, pero como otros blóts probablemente incluía la ofrenda de comida, y el folklore tardío escandinavo retuvo la tradición de sacrificar ofrendas a los duendes. Por la época del año (cercana al equinoccio otoñal), y la asociación de los duendes a la fertilidad y los ancestros, podemos presumir que tenía que ver con el culto ancestral y la fuerza vital de la familia.

Sumado a esto, la saga de Kórmaks relata por qué el sacrificio a los duendes se creía que podía sanar una severa herida de batalla:

Þorvarð sanó pero lentamente; y cuando pudo estar en pie fue a ver a Þorðís y le preguntó qué era lo mejor para ayudar a su curación.

“Hay una colina- respondió ella-, no lejos de aquí, donde los duendes cazan. Toma el toro que Kormák mató y riega la parte exterior de la colina con su sangre, y haz un banquete para los duendes con su carne. Así tu herida sanará”

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